Para poder entender la sociedad de la información y de la comunicación en la que vivimos, debemos partir desde sus orígenes. Esto nos lleva a atender a las diferentes revoluciones que han surgido desde los inicios, ya que comenzamos comunicándonos a través del habla, pasando por la escritura y la imprenta y llegando a una era de la información y la comunicación que utiliza como soporte elementos electrónicos. Ello nos hace plantearnos una serie de cuestiones respecto a los avances surgidos.
En cuanto a la era en la que vivimos, no sólo se aprecia como una era de grandes cambios y logros que va encaminada hacia el buen desarrollo de nuestra sociedad, si bien, podemos atender a diversos aspectos negativos como pueden ser: el enfoque poco humanizador y la amenaza que supone sustituir algunos de los ejes que caracterizan al sistema de transmisión cultural.
Todo esto, al formar parte de nuestra sociedad, también es parte de uno de los aspectos más importantes de ésta, como es la educación, por ello, debemos plantearnos las tecnologías de la comunicación y otros medios, como recursos para la enseñanza y como generadores de diferentes modelos didácticos desde los que se ha desarrollado la enseñanza-aprendizaje.
Está claro que todo ello conlleva a una serie de consecuencias negativas y positivas, pero, si solamente, nos limitamos a observar los aspectos más perjudiciales, estaremos limitándonos en cuanto a un futuro desarrollo.
Resulta una tarea compleja utilizar los recursos que nos ofrece la sociedad actual para la enseñanza, ya que ello requiere una serie de habilidades, tanto por parte del profesorado, como de los educandos para la eficiente utilización de esos instrumentos. Por ello los centros educativos que deseen afrontar con éxito los cambios necesarios para enfrentarse a la innovación que nos propone la sociedad de la información deben hacerlo unidos y compartiendo recursos.
En cuanto a la era en la que vivimos, no sólo se aprecia como una era de grandes cambios y logros que va encaminada hacia el buen desarrollo de nuestra sociedad, si bien, podemos atender a diversos aspectos negativos como pueden ser: el enfoque poco humanizador y la amenaza que supone sustituir algunos de los ejes que caracterizan al sistema de transmisión cultural.
Todo esto, al formar parte de nuestra sociedad, también es parte de uno de los aspectos más importantes de ésta, como es la educación, por ello, debemos plantearnos las tecnologías de la comunicación y otros medios, como recursos para la enseñanza y como generadores de diferentes modelos didácticos desde los que se ha desarrollado la enseñanza-aprendizaje.
Está claro que todo ello conlleva a una serie de consecuencias negativas y positivas, pero, si solamente, nos limitamos a observar los aspectos más perjudiciales, estaremos limitándonos en cuanto a un futuro desarrollo.
Resulta una tarea compleja utilizar los recursos que nos ofrece la sociedad actual para la enseñanza, ya que ello requiere una serie de habilidades, tanto por parte del profesorado, como de los educandos para la eficiente utilización de esos instrumentos. Por ello los centros educativos que deseen afrontar con éxito los cambios necesarios para enfrentarse a la innovación que nos propone la sociedad de la información deben hacerlo unidos y compartiendo recursos.
Marta Galán.
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